
Cómo encontrar y mantener la motivación para hacer ejercicio.
En la televisión, las redes sociales, las salas de espera, las consultas médicas, revistas, en todas partes, se pueden encontrar fuertes sugerencias sobre comenzar a hacer ejercicio. Poco a poco se fue perdiendo la opinión de que no era necesario ejercitarse al menos unas horas cada semana, y se ha convertido en parte del estilo de vida de las personas. El ejercicio aporta demasiados aspectos positivos al cuerpo humano: reducción de la acumulación de grasa, aumento de masa muscular, salud cardiovascular, cambios de humor y mejoría de la salud mental, son sólo algunos de ellos.
Pero a pesar de que existen muchas más razones para ejercitarse que para no hacerlo, es de lo más normal que las personas tengan problemas para motivarse y comenzar, o para mantenerse enfocados en sus objetivos mientras lo hacen. Tiende a ser mucho más difícil para las personas acostumbradas al sedentarismo, ya que sus mentes y sus músculos tardan más en adaptarse a la actividad física.
Independientemente de lo que origine la desmotivación para hacer ejercicio, lo importante es lograr vencerla para poder adoptar un estilo de vida más saludable y activo. Existen muchos métodos para hacerlo. Lo primero es la visualización de objetivos. Muchas personas comienzan a ejercitar para cambiar su imagen, así que establecer metas puede ayudar a facilitar el proceso, siempre y cuando no sean metas exageradas y poco realistas. Lo importante es tener un sentimiento de recompensa, que ayudará a continuar hasta en los momentos más difíciles, en medio de esos ejercicios donde las personas piensan “¡Ya no puedo más!”.
La motivación es un arma poderosa que puede lograr grandes cambios en la vida de un individuo. Pero puede perderse cuando las personas ven algo como una obligación. Se debe pensar en el ejercicio como una forma de mejorar el cuerpo y la mente, una decisión personal que traerá frutos en el futuro. Una buena manera de mantener esto en mente, es garantizar la diversión en las sesiones de entrenamiento. Muchas personas ignoran el cansancio y el dolor físico que puede causar el ejercicio, si están disfrutando de la actividad que realizan. Cada persona es diferente, por eso es recomendable probar la gran cantidad de opciones que existen actualmente para ejercitarse, y agregarle un toque personal que ayude a facilitar el proceso, por ejemplo, algunas personas optan por ejercitarse acompañados de alguien cercano, o con su música preferida, o solos en un gimnasio. Se trata de encontrar aquellos elementos que hacen sentir cómoda a la persona, y le ayude a facilitar la transición, en caso de estar comenzando, o de recuperar su motivación.
Por supuesto, informarse también es importante, para saber qué clase de ejercicios y hábitos se adaptan mejor al cuerpo y las necesidades de cada persona, porque muchos se encuentran desmotivados si ven que su esfuerzo no está rindiendo los frutos que esperaban y muchas veces se trata de que están haciendo los ejercicios y las rutinas incorrectas para su situación física.
No se debe pensar demasiado a la hora de decidir si hacer ejercicio o no. Muchos optan por sólo levantarse y hacerlo. El cerebro comenzará a liberar dopamina y otras moléculas que proporcionan tranquilidad, felicidad, e incluso adicción, así que se debe tomar en cuenta que lo más difícil es comenzar, porque luego de crear el hábito, ¡lo difícil puede ser parar!
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