
Los patrones de belleza y la forma corporal
Desde que el mundo es mundo, la forma corporal es una cuestión en boca de todos. Ya sea porque está influenciada por la cultura o las tendencias de la época, nos afecta.
En los años 50 los cuerpos femeninos y masculinos era de contexturas gruesas y voluptuosas, pero al transcurrir las décadas, finales de los 80, se intensifico un tipo de cuerpo delgado, que llegaba a rayar en las pasarelas de moda, en la desnutrición.
Esta presión influyo mucho en las exigencias de belleza de ese período, llevando a las personas a realizar una nutrición deficiente, realizando sacrificios alimenticios que comprometían su salud y mente a largo plazo, solo por la obsesión de conseguir un “cuerpo perfecto” según los críticos.
En este 2020 el cambio corporal está enfocado de forma integral, trabajando el cuerpo y la alimentación como uno solo, donde las personas cada día se educan. Esto se puede ver en las formas cómo llevan su vida más saludable, sin importar las curvas o delgadez.
La alimentación
Contenidos
Independientemente de la forma del cuerpo que se tenga, ya nacemos con una composición genética que determina nuestra predisposición a ser delgados (cuerpo ectomorfo), o tener una contextura gruesa (cuerpo endomorfo). La alimentación es un factor fundamental, sin ningún punto de discusión.
Conseguir un cuerpo tonificado, es lo que actualmente las personas buscan al realizar una actividad física. Pero para lograr los objetivos específicos corporales, es necesario combinar el ejercicio físico, con regímenes alimenticios adecuados a nuestras metas.
Tanto para bajar de peso, como para construir un buen cuerpo y despues mantenerlo, es inevitable llevar una dieta que contenga los macronutrientes esenciales. Para ellos una parte indispensable son los minerales necesarios, para poder tener una vida saludable y longeva.
La forma corporal
Como hemos visto las tendencias no todas ellas son positivas para nuestro cuerpo, como ciertas dietas relámpago. Pero por fin la gente se va concienciando, de que más que cumplir con directrices estéticas, lo importante es mantenerse sano.
Inscribirse en un gimnasio no tiene porque ser una batalla entre quemar grasa y sudor. Debe ser el medio para desconectarnos, concentrarnos en cada movimiento que se ejerza, sintiendo en cada músculo las reacciones físicas.
Realizando actividad física de forma constante y mejorando o corrigiendo nuestra alimentación, el cuerpo que deseamos puede ser nuestro. Ya que si nos mantenernos con determinación y paciencia, porque los resultados no llegan de la noche a la mañana.
La incomodidad
Para muchos bajar de peso, lo asocian con sacrificio o tortura, pero ya desde la perspectiva mental nos estamos inclinando a que la actividad física y la dieta es un momento desagradable.
Puede que esto se debe a experiencias pasadas, en donde la nutrición consistía en dietas con periodos largos sin comer, o ingiriendo alimentos insípidos de forma continua.
Pero como cualquier transición en la vida, no es fácil y menos rápida al hacer cambios en el estilo de vida, poder conseguir un cuerpo perfecto, en salud y composición corporal, es un reto alcanzable, si nos mantenemos concentrados.
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